Tema recurrente donde los haya y remake de Jan de Bont en 1999, protagonizado por Catherine Zeta Jones. La película de Wise, realizada después de West Side Story, se abre con una fórmula introductoria propia de los cuentos de hadas. Una voz en off nos va narrando la historia de la Mansión Encantada mientras somos espectadores de las imágenes de la misma, de los suicidios y de las muertes que allí han ocurrido. Una introducción que cuenta con maestría lo esencial, ni más ni menos, evitando la fácil y tentadora distensión a la que suelen sucumbir este tipo de fórmulas.
The Haunting (1963) mantiene su encanto, sobre todo, en el juego de la iluminación, en los blancos y negros, y en la interpretación sobrecogedora de Julie Harris en el personaje de Eleanor. La casi protagonista de la cinta se mueve de la inocencia y la cobardía a la locura en hora y media. Sin embargo, sus monólogos internos se hacen excesivamente pesados y prescindibles en ocasiones. Incluso los diálogos, a veces, son cargantes, pero los suple el buen hacer de Wise al saber crear la tensión apropiada en el lugar idóneo. Los ruidos, los pomos, las escaleras y los espejos son los protagonistas de la película y de la Mansión.
A destacar, uno de los puntos atractivos de la película: la relación entre Eleanor y Theodora (Claire Bloom), las dos mujeres que duermen en habitaciones contiguas, separadas únicamente por un baño. Ellas son las víctimas de los ruidos que amenazan la casa por las noches. Ellas los sufren. (Ellos sólo al final). Pero se tienen la una a la otra, como dice la propia Theo, para cuidarse like sisters. Eleanor, pues, se encuentra entre las amenazas de la casa y las de la señorita Theo, aunque la ingenua no se dé cuenta. Interesante, si más no, apreciar cómo se trataba la homosexualidad en los años 60, cómo Wise juega al despiste, aun cantando de lejos las intenciones de la joven cazadora.
Así, con mucha tensión transcurre la película -a pesar, ya digo, de diálogos prescindibles que entorpecen la misma-. Un buen ejemplo de cine de terror y de fantasmas. Muy recomendable.
Reseña de Carlos Aguilar
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Un antropólogo, dos mujeres de facultades paranormales y su joven escéptico propietario investigan una Mansión Encantada, cuyos moradores siempre han perdido la vida. Una de las más notables recreaciones cinematográficas del tema de la Mansión Encantada, realizada a partir de una célebre novela terrorífica de Shirley Jackson. Resulta atractiva estéticamente, pese a la sobrecarga del diálogo, y la atmósfera está tan conseguida como los puntos álgidos de la historia; esa puerta que respira ante la impotencia de las heroínas, por ejemplo.