Here's Johnny!

9 de octubre de 2008

"Gracias a la ingeniosa adaptación que hizo Stanley Kubrick de la novela homónima de Stephen King, The Shining no sólo trajo fama inquebrantable tanto para el escritor como para el director, sino que también lanzó al actor Jack Nicholson al reino del superestrellato. Su misterioso y espeluznante grito de "Here's Johnny!" en el Tonight Show se ha convertido en una de las escenas más memorables de la historia del cine. [...]

Como dijo el propio King, su libro es "sólo una historieta sobre el bloqueo mental de un escritor". En colaboración con la novelista Diane Johnson, Kubrick hace mucho hincapié en los temas de comunicación y aislamiento que aparecen en la novela y los refuerza con abundante simbolismo. Estos temas se repiten en toda la película, en parte por medio de la capacidad psíquica de "resplandecer" y en parte por medio del aterrador movimiento en espiral de Jack hacia la demencia.

La película es tenebrosa, inquietante y claustrofóbica. Kubrick demuestra su dominio del arte cinematográfico y crea una atmósfera de gran temor. Mediante la selección cuidadosa de los ángulos y ritmos de sus cámaras, nos atrae hacia el miedo. Al igual que todas las obras maestras, El resplandor (The Shining, 1980) trasciende su condición de adaptación literaria para convertirse no sólo en excelente Kubrick -con espectaculares planos aéreos, una utilización pasmosa y simbólica del color y repetidas imágenes de espejos y laberintos, todo ello realzado por una memorable partitura y el inolvidable diseño de producción de Roy Walker-, sino también un clásico del moderno cine de horror. Curiosamente, Stephen King no se sintió especialmente satisfecho con la interpretación que hizo Kubrick de su cuento sobre el deterioro de la realidad y el descenso gradual a la locura. En 1997 colaboró con Mick Garris en una miniserie televisiva que sigue su novela original casi al pie de la letra."

Roumiana Deltcheva


Después de obras como Espartaco, La naranja mecánica, 2001: Una odisea en el espacio o Lolita, Kubrick ya tenía más que tiros pegaos para coger otra novela, adaptarla a su antojo y crear otra obra de arte para su colección. Lo que más me fascina de la película es, como ya apunta Deltcheva, el uso de la cámara: grandes contrapicados -el de Jack encerrado en el almacén- y grandes planos generales -todos los del hotel y los exteriores nevados-; además de algún primer plano que otro, que dura lo justo para que llegues al acojone.

No perderse la edición en DVD con el making off dirigido por Vivian Kubrick, aunque tan solo sea por ver las broncas-cabreos entre la desaparecida -que no muerta- Shelley Duvall y Kubrick; o el trailer del momento, un muy buen ejemplo de lo que debe ser un trailer y no lo que se hace hoy en día. Falta, por eso, material videográfico sobre las secuencias de sangre, sangre y más sangre. Por lo visto, a Viv le molaba más la carnaza que no los aspectos cinematográficos de su padre. ¿Un fallo? Ver a Jack Nicholson congelado: es inevitable reírse por su inverosimilitud. Una (creo) gran cagada.