Las churris atacan

1 de diciembre de 2009

Poco sé de películas del género, pero me la han recomendado y no he tardado en verla y comentarla. La primera película de zombis que vi fue el gran clásico de Romero: Night of the living dead (1968), la primera de todas, la mejor del género según algunos críticos. Jake West, un director inglés que lleva haciendo películas fantásticas y de terror desde el 2000, llegó a la XX Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián con Doghouse (2009), un film de zombis donde no faltan tópicos y humor.

Un grupo de amigos aburguesados planea pasar un fin de semana en un pueblo a las afuras de Londres para romper con su rutina y animar a uno de sus amigos que se encuentra en trámites de separación. Lo que se suponía que iba a ser un agradable fin de semana, jugando a golf y emborranchándose para ahogar las penas, se convierte en una pesadilla para el grupo. Una pesadilla, sí, pero graciosa. Ese es el plato fuerte de Doghouse: una comedia de zombis con los hombres-testosterona contra las mujeres-feministas-zombis. El humor está bien dosificado, aunque la mayoría de veces resulta excesivamente facilón: chistes homófobos, machistas, misóginos que no siempre convencen. Los personajes son claros arquetipos -el misógino, el soltero, el gay- que compiten contra la peluquera, la novia o la viuda zombi. El suspense se mantiene bien, aunque la secuencia casi final, aquella que se produce en el autobús y que deviene moralizante y justificadora del mensaje de la película -cómo odiamos a la mujeres (¡si hasta hay un pueblo zombi de mujeres!)-, no es en absoluto efectiva. Todo lo contrario: son cinco minutos de perfecto tijeretazo. El final: previsible, pero consecuente. Nada que reprocharle.

Los aspectos más negativos de la cinta son, efectivamente, algunos clichés -supongo que hasta cierto punto inevitables-, el montaje (con errores garrafales que se ven a leguas) y la música, que acaba por resultar estridente. Lo mejor: el maquillaje, los efectos especiales y algunas dosis de humor o algún golpe que otro. Donde falla: en la moralina final del casi divorciado en el autobús. Ya podría haber entrado la novia zombi.




Reseña de José Arce
.......................................
Comedia fantaterrorífica que se apoya en la eterna batalla de sexos para despertar las simpatías del palco. Ajustada, correcta, fugaz, divierte lo justo como para sostener el pulso durante la proyección y olvidarla inmediatamente a su fin.